En un país colonial las oligarquías son las dueñas de los diccionarios.
John William Cooke
Diccionarios y lexicografía
Alguien dijo que eran cementerios de palabras, otros los llaman mataburros, en todo caso, son libros maravillosos, que todos han consultado alguna vez, no se leen como los demás libros, en ellos se busca y a veces no se encuentra, entonces son anatematizados, pues son de esas cosas a las que se les califica por sus carencias y no por sus virtudes. Se olvida que son útiles como ninguno para aclarar dudas, cerrar discusiones, acabar con disputas y resolver malos entendidos, tanto que en cada bar debiera existir uno. Y de los buenos. Pues en ellos cabe de todo.
Los hay escolares, básicos, pequeños, pero no grandes, etimológicos, monolingües, bilingües, multilingües, inversos, técnicos, especializados, usuales, normativos, pocos son un tesoro. Tienen en las enciclopedias a su hermano mayor y en los glosarios al hermano menor. La enciclopedia, ya sea general, ya especializada, se distingue del diccionario usual en que en ella, además de definirse cada una de las voces por separado, en orden alfabético, se desarrolla con la debida extensión la materia a la que se refieren. La primera enciclopedia que lleva este nombre es la J.H. Alsted (1630)1. El glosario, es un catalogo vocabulario de palabras que ofrece el interés, con su correspondiente explicación. Tesoro es un diccionario total en el se incluye el léxico de una lengua histórica desde su origen hasta la fecha de su elaboración.
Los primeros diccionarios, de los que se tiene noticia, se encontraron en Ninive, Mesopotamia y datan del siglo VII a.C.
En España, en 1490 se publico el Universal Vocabulario de Alfonso de Palencia. En 1492 el Vocabulario de Romance en Latín de Elio Antonio de Nebrija, diccionario bilingüe castellano-latín. El tesoro de la lengua castellana o española de Sebastián de Covarruvias publicado en 1611, el cual contiene la información histórica y sincrónica disponible para la fecha, es una obra monolingüe de carácter enciclopédico. Gonzalo Correa elabora en 1627 el Vocabulario de refranes y frases populares el cual puede considerarse un diccionario de lenguaje usual. En 1713 la Real Academia dispone la elaboración de un Diccionario de la Lengua Castellana, para su segunda edición 1780 pasa a Diccionario de la lengua española, el cual va por su vigésima segunda edición, 2001, desde la vigésima primera viene adicionalmente en soporte electrónico (CD). Es el Diccionario español por excelencia, el DRAE, allí el se auto define: Del b. lat. dictionarium.1. m. Libro en el que se recogen y explican de forma ordenada voces de una o más lenguas, de una ciencia o materia determinada.
Léxico es el conjunto de palabras que esta a disposición de los hablantes de un idioma. El léxico no es permanente ni inmutable, las palabras van y vienen, nacen y mueren o adquieren nuevos significados, evolucionan, mutan cambian en fin el léxico esta en continuo desarrollo.
Lexicografía es la parte de la lingüística que se ocupa de la confección de diccionarios o léxicos. Al igual que la contabilidad se debate epistemológicamente su naturaleza o caracterización como arte, ciencia o técnica. El término es polisemico en cuanto designa tanto a la confección como al estudio y análisis de los diccionarios.
Diccionarios Venezolanos
En nuestro país una panorámica, no exhaustiva, pero si significativa, de diversas obras lexicográficas, incluye:
ü Rafael María Baralt: Diccionario de Galicismos (1855) y el ambicioso proyecto de un Diccionario Matriz de la lengua Castellana (1850).
ü Miguel Carmona: Diccionario indo-hispano o venezolano español (1858-1859).
ü Baldomero Rivodó: Voces nuevas en la lengua castellana (1889)
ü Julio Calcaño: El castellano en Venezuela. Estudio crítico (1897)
ü Emilio Constantino Guerrero: Diccionario filológico (1915)
ü Lisandro Alvarado: Glosario de voces indígenas (1921) y Glosarios del bajo español en Venezuela (1929)
ü H.L.A. Van Wijk: Contribución al estudio del habla popular en Venezuela (1946)
ü Jesús A. Cova: Venezolanismos que no figuran en el Diccionario de la Real Academia (1956)
ü Angel Rosemblat: Buenas y malas palabras (1956)
ü Martín R. Alonso: Sobre el español que se escribe en Venezuela (1967)
ü Aura Gómez de Ivashevsky: lenguaje coloquial venezolano (1969)
ü Francisco Tamayo: Léxico popular venezolano (1977)
ü Universidad Central de Venezuela (Dirección de María J. Tejera): Diccionario de Venezolanismos (1993)
ü Rocío Núñez y Francisco Javier Pérez: Diccionario del habla actual de Venezuela. Venezolanismos, voces indígenas y nuevas acepciones (1994)
ü Alexis Márquez Rodríguez: Muestrario de voces y frases expresivas del habla venezolana (1994) Amen de una serie de léxicos regionales:
ü José Domingo Medrano: Apuntaciones para la crítica sobre el lenguaje maracaibero (1883)
ü Andrés Márquez Carrero: El habla popular en el Estado Mérida. Zonas dialectales (1972)
ü Tulio Chiossone: El lenguaje erudito, popular y folklórico de los Andes venezolanos (1977)
ü R. Meléndez Badell: Voces y modismos del Zulia (1978).
Cabe destacar a nuestro epónimo universitario, Don Lisandro Alvarado figura resaltante y paradigma de los estudios lexicográficos en Venezuela, de manera tal que no se puede prescindir de él para el estudio del lenguaje venezolano y a Angel Rosemblat iniciador de la moderna lexicografía nacional.
Diccionarios técnicos y contabilidad
Para la lexicografía académica el interés por los diccionarios técnicos o vocabularios especiales, es tangencial, sin embargo, cada disciplina ha elaborado sus propios diccionarios o léxicos, el desarrollo de una disciplina: técnica, científica o arte trae apareado el surgimiento de un vocabulario propio, el cual se constituye por nuevas voces o por la asignación de acepciones distintas a las ya existentes, así como por la incorporación de vocablos de otras lenguas. La contabilidad como disciplina en permanente evolución no escapa a esta dinámica y así tenemos que palabras que semánticamente tienen un significado, adquieren uno diferente, en el contexto de la información contable, veamos un ejemplo: circulante, que significa que circula, para los contadores derivó, por extensión, en corto plazo para los activos y pasivos que se realizan o “circulan” en períodos menores de un año. La mayor parte de los términos contables se derivan del comercio y más recientemente de las actividades bursátiles, que es otra forma del comercio, originalmente influenciado por los italianos ahora el espacio lo ocupan los anglosajones por su hegemonía y poder en todos los ordenes.
Diccionarios de contabilidad en español
No son pocos los diccionarios de contabilidad en español, entre los mas conocidos tenemos: el Diccionario de Contabilidad, Organización, Administración, Control y Ciencias Afines, de los hermanos Seoane, Joaquín, Raúl y Jorge, compuesto de 14 tomos, agrupados en 7 volúmenes primera edición de 1958, Selección Contable de Argentina es un antecedente por demás valioso, su amplitud y minuciosidad lo hace más una enciclopedia que un diccionario propiamente dicho.
El Diccionario de contabilidad de Francisco Cholvis cuya primera edición es de 1968 editado por Librería El Ateneo, Buenos Aires, va por su tercera edición de 1974.
El Diccionario para Contadores de Erick L. Kolher texto anglosajón traducido y revisado para su versión española por R. Cárdenas, contador público mexicano es un clásico de permanente referencia, su primera edición de UTEHA año 1979 con posteriores reimpresiones. Revisado por William Cooper, W y Yuji Ijiri en 1983 para la sexta edición inglesa, después de la muerte del autor.y publicado en español en 2005, como Diccionario Kohler para contadores por Limusa. México
El Diccionario de contabilidad de José M. Codera, español, va por su octava edición, (1992) localista y de uso especifico para España.
El Léxico básico del contador, mexicano en su tercera edición de 1998, de Raúl Enríquez.
El Diccionario de Términos Contables para Colombia, trabajo colectivo de María E. Upequi, Horacio Aguiar, Luis Cadavid, John Cardona, Javier Carballo y Javier Jiménez, es un texto al que no dudamos en calificar de excelente, va por su segunda edición (1998) de la Editorial de la Universidad de Antioquia.
Otros diccionarios de contabilidad en español:
ü Diccionario de Contabilidad y Auditoría de Enrique Fowler Newton Edición Macchi 1994 Buenos Aires
ü Diccionario de términos 2da edición 1998 McGraw Hill. Francisco Mochon M. y Rafael H.
Diccionarios de contabilidad venezolanos
En Venezuela tenemos el Diccionario de Contabilidad de Acuerdo a las Leyes Venezolanas del Lic. Guillermo Lozza Mattos, iniciativa interesante pero sin mayor trascendencia, su primera edición es de ¿1973?, una segunda de 1979, no se ubica el editor por lo que suponemos que es responsabilidad del autor.
En 1983, el Banco Provincial editó el Manual de Términos Bancarios, construcción colectiva dirigida por Ricardo Díaz Zuloaga, el cual constituye una recopilación de los vocablos más usuales en la actividad bancaria, ediciones posteriores 1986, 1988 y 1992.
Léxico bursátil, pequeño libro que recoge definiciones relativas a la bolsa y por ende a la contabilidad, cuyo autor es Héctor Estévez Llamozas, edición de 1984 de la Universidad Santa María.
En la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, (1992 a 1999) bajo la dirección del Prof. Gudelio Delgado Núñez se organizo un Glosario de Términos Contables, Administrativos y Financieros que recoge las definiciones de Kolher, Cholvis, Seoane y el Manual del Banco Provincial, de la Real Academia y de otros textos, el mismo se mantiene inédito.
Otros diccionarios de contabilidad venezolanos:
ü Diccionario de términos contables y administrativos de Miguel Medina y María Cristina Estévez. Coordinado por José Flores Estévez. Editorial Panapo. 1998
ü Diccionario de Banca y Finanzas de José Torres Estévez Arría y Héctor Estévez H. Editorial Panapo ¿1997? s/f
Colofón
Para cerrar lo hacemos con reflexión ajena, la de un acucioso investigador, el lexicógrafo venezolano, Francisco Javier Pérez, “El diccionario como objeto cultural, el diccionario como imagen, el diccionario como imaginario está echándonos en cara o susurrándonos al oído lo que somos y lo que pretendemos ser…” La contabilidad y su vocabulario, diccionarios, no escapan a estas premisas.